México, 27 oct (Prensa Latina) El diario La Jornada espera que la jueza británica Vanessa Baraister emita hoy o mañana un fallo judicial favorable a Julián Assange, y rechace el pedido de extraditación a Estados Unidos, donde todo puede ocurrirle.
La magistrada inició este miércoles la revisión de la apelación de Washington a la negativa judicial a extraditar al informador australiano, en prisión desde abril de 2019 luego de que el entonces presidente ecuatoriano, Lenin Moreno, lo expulsó de su embajada en Londres donde estuvo casi siete años.
El periódico mexicano recordó que la persecución contra Assange dura más de una década y se inició con una investigación de la policía sueca por supuestos delitos sexuales, tan insustanciales que nunca dieron lugar a una imputación formal, pero sí el pretexto para detenerlo en Londres.
Temiendo que la demanda fuese una coartada para llevarlo a Suecia y extraditarlo de allí a Estados Unidos, Assange buscó refugio en la representación diplomática de Ecuador y ofreció comparecer allí ante representantes legales de Suecia, pero en ese país se cerró la pesquisa policial definitivamente y desechó los cargos.
Sin embargo, Reino Unido insistió en su detención argumentando que el Departamento de Justicia había formulado imputaciones graves en su contra, una de estas por espionaje, debido a que divulgó en 2010 documentos secretos de la comisión de crímenes de lesa humanidad de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos en Afganistán e Irak.
Posteriormente, al año siguiente, la organización de Assange distribuyó entre varios medios del mundo -entre estos, La Jornada- cientos de miles de reportes enviados al Departamento de Estado desde las representaciones diplomáticas de Estados Unidos en el mundo.
Tales documentos revelaron la falta de escrúpulos con la que las autoridades de Washington se conducían en otros países, pero también la supeditación y la corrupción de numerosos gobiernos.
Es claro, pues, que el fundador de Wikileaks no puede considerarse espía, porque no entregó información alguna a un tercer gobierno sino que la divulgó para la opinión pública internacional.
Es evidente también que ha sido víctima de una vasta venganza de Estado por haber dado a conocer a la sociedad la descomposición, la inmoralidad y hasta las facetas criminales de la superpotencia en su proyección diplomática, económica y militar en el ámbito internacional.
La Jornada estimó que con tales consideraciones, es ineludible concluir que el encarnizado acoso judicial de tres presidentes estadounidenses contra Assange reviste el carácter de escarmiento para cualquier informador.